LA ODS CULPA A DEFENSA DE LA AVALANCHA DE OBJETORES EN ESPAÑA POR NO GARANTIZAR LOS DERECHOS FUNDAMENTALES EN LOS CUARTELES

MARID
SERVIMEDIA

Los responsables políticos del Ministerio de Defensa deben colgarse las medallas de que el número de objetores e insumisos alcance en España cotas sin parangón en los países de nuestro entorno, según manifestaron en rueda de prensa los dirigentes de la Oficina del Defensor del Soldado (ODS).

Este año podría acabar con 100.000 nuevos objetores de conciencia, a juzgar por los 50.000 declarados en el primer semestre, y ello es consecuencia directa, según la ODS, de la indefensió en la que se encuentran los soldados y de las elevadas tasas de accidentes, fallecimientos y suicidios que afectan tanto a los soldados de reemplazo como a la tropa y marinería profesional.

La Constitución sigue quedándose a la puerta de los cuarteles, según dijo Francisco Castañón, director de la ODS. Si hace cinco años esta entidad denunció que cada dos días fallecía un soldado español según cifras facilitadas por Defensa al Parlamento, desde entonces el ministerio no ha vuelto a dar más informació y, cuando lo ha hecho, ha proporcionado "cifras irrisibles": 13 fallecidos en 1991. La razón esgrimida por Defensa para no dar todos los datos, según la ODS, ha sido "para ahorrar el dolor a las familias".

En cuanto a los suicidios, el ministerio los sitúa entre 20 y 25 al año, pero para la ODS lo grave es que no se investigan las causas de las muertes y accidentes, tal y como viene pidiendo la Oficina desde hace cinco años.

Los nuevos reglamentos de Reclutamiento y Servicio Militar, lejos de reresentar una mejora, han sido "un paso atrás", según la ODS.

INMORAL

Para el secretario general de la ODS, Carlos García, es "inmoral" que los responsables de Defensa digan que el servicio militar goza de buena salud.

"Que los responsables del ministerio se comporten como los responsables de la publicidad de unos grandes almacenes, centrando todos sus esfuerzos en esas campañas de propaganda y de publicidad, sin intentar resolver estos problemas, que no sólo constituyen una realidad dramática pra miles de jóvenes sino que ponen en cuestión de una forma seria la propia seguridad nacional, es una situación que no debe continuar", indicó García.

La indefensión de los soldados se concreta en el bloqueo en la práctica de la vía de reclamación (a través de los superiores) que tienen los jóvenes que hacen la 'mili'.

En cuanto al procedimiento especial de quejas y reclamaciones habilitado el pasado mes de julio por una orden ministerial, el responsable del gabinete jurídico de la ODS, Ignacio erelló, lo calificó de auténtica "tomadura de pelo" porque excluye los asuntos disciplinarios, administrativos y penales, es decir, todos.

Asimismo, el régimen disciplinario es tal que "ningún recurso paraliza la efectividad de la sanción, es decir, su cumplimiento", según Perelló, que añadió que "jamás ha sido practicada ninguna prueba propuesta por el soldado".

JUSTICIA MILITAR

Otra de las manifestaciones de la inseguridad jurídica de los soldados es la Justicia Militar, cuyos "procesos opaco" no ofrecen "ninguna garantía de limpieza".

Las investigaciones judiciales militares van "en una sola dirección: enjuiciar a los soldados y salvar las responsabilidades de los mandos y el propio Ejército". Para la ODS, la existencia de la Justicia Militar es "garantía de impunidad para el Ejército, que permite la existencia de espacios de poder ajenos al control democrático y ciudadano".

La Oficina del Defensor del Soldado denunció asimismo la "desfachatez" de Defensa por incluir en la oferta deplazas tareas claramente ajenas al servicio. En 1994, la ODS descubrió casos de "soldados que hacían de agricultores, cuidadores de caballos, vendedores de cartones, chóferes de la señora del jefe de unidad, de tractoristas, de camareros en clubes militares con contratas civiles...".

Respecto al sorteo informático de destinos para 1995, que tendrá lugar mañana y pasado, la ODS insistió en la necesidad de realizar reconocimientos psíquicos a los reclutas y no sólo los tests psicotécnicos para evitar qu los jóvenes con problemas mentales entren en filas. Asimismo, el sorteo no presenta "suficientes garantías" de no ser manipulado.

En cuanto a la promesa del ministerio de pagar sueldos de hasta 30.000 pesetas, la ODS expresó el "poco crédito" que le inspira, teniendo en cuenta que desde 1991 viene prometiendo distintos sueldos pero sin llegar a hacerlos realidad. España paga a sus soldados de reemplazo cerca del 2 por ciento del salario mínimo interprofesional, menos que en la República Eslovaca o enla República Checa.

(SERVIMEDIA)
15 Nov 1994
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