"Es triste que la política de defensa del Gobierno, que carece de objetivos definidos, que despilfarra los medios de que dispone, que no convence ni a los militares ni a los civiles, se empeñe en mantener un servicio militar insostenible e inacetable en un Estado de Derecho", señala la oficina en un comunicado.

Tras acusar a García Vargas de perder los nervios, apunta que los jóvenes de hoy han sido "educados en la tolerancia y en convivencia, en la asunción razonada de sus responsabilidades y no en la obediencia mecánica. Por ello, les resulta traumático prescindir de sus derechos más fundamentales".

En su opinión, los reclutas actuales se quejan del hacinamiento, de la pérdida de sus derechos, de los malos tratos y de los problemas pscológicos, ya que tienen una mayor formación que sus padres.

La ODS asegura que "quizás resultara más fácil cambiar el servicio militar para que sirva al país que lo mantiene y sustituir al actual ministro para avanzar en la resolución de los problemas y poder plantear una rigurosa política de defensa".

Por último, afirma que las cifras sobre fallecimientos y suicidios durante la "mili" son falseadas sistemáticamente por la Administración militar, que no quiere aceptar esta "dramática realidad". Según las estimaciones de la ODS, el pasado año murieron 185 jóvenes mientras hacían el servicio militar. Por el contrario, García Vargas afirmó que en 1991 fallecieron 20 soldados (7 en accidentes de tráfico, 2 al manipular armas y explosivos y 11 en otros siniestros sin especificar), 8 de los cuales perecieron en una avalancha de nieve en los Pirineos.