Según informó hoy la Asociación El Defensor del Paciente, la mujer, de 48 años, acudió a la consulta del médico para realizarse una rehabilitación bucal y éste le aconsejó un tratamiento de nueve implantes dentales, que le fueron aplicados entre los meses de junio y septiembre de 2002.

En una de las cirugías, el odontólogo, sin hacer caso a la advertencia de la paciente, colocó uno de los implantes en el canal del nervio, lo que le produjo un fuerte dolor. A pesar de que la mujer se quejó insistentemente de las molestias que sentía, el odontólogo continuó con la cirugía y posteriormente se limitó a recetarle un medicamento que se prescribe para las lesiones del nervio dentario, manteniéndole ese tratamiento más de dos años sin informarle de la lesión del nervio.

Tras las numerosas e insistentes quejas de la afectada, el odontólogo la envió a un colega suyo especialista en cirugía maxilofacial, quien le informó de la inserción de uno de los implantes en el canal del nervio dentario. Este segundo médico procedió a la extracción del implante, con lo cual cesaron los fuertes dolores.

Según la Asociación El Defensor del Paciente, la sentencia considera probado el nexo causal, aunque no es acorde con los daños físicos y morales sufridos por la mujer ni con los gastos médicos ocasionados por esta circunstancia. Por dicho motivo, la citada sentencia ha sido recurrida y está pendiente de resolución.