El Gobierno invertirá más de 6.000 millones de pesetas en este nuevo centro penitenciario, que tendrá capacidad para albergar a un millar de internos, repartidos en uas 900 celdas.

Después de numerosas movilizaciones en contra de la cesión de los terrenos por temor a un incremento de la delincuencia en la zona, la Administración y los dueños de la parcela alcanzaron un acuerdo, aunque todavía hoy hubo un grupo de propietarios que presentó una alegación en contra de la cesión.

La macroprisión será levantada finalmente en esos 350.000 metros cuadrados de terreno que hasta ahora estaban mancomunados, por lo que el Gobierno tuvo que pactar con los vecinos una indmnización de unos 180 millones de pesetas.

Los vecinos y alcaldes de la zona se opusieron inicialmente a la construcción del nuevo centro penitenciario, que sustituirá a la clausurada prisión de A Parda, también en Pontevedra. Sin embargo, los mandatarios locales confían ahora en que la cárcel impulse la economía de los núcleos de población limítrofes. Los vecinos de A Lama esperan que la Guardia Civil construya un cuartel en las proximidades del centro penitenciario.