Estas cifras son ligeramente inferiores a las de la Semana Santa de 1999, deido a que van remitiendo "las causas que desgraciadamente mermaron la competencia el año pasado", según sus palabras, como catástrofes climatológicas en países competidores, guerras o posibilidad de atentados contra turistas.

No obstante, Devesa aclaró que la mayor parte del mercado turístico de Semana Santa es nacional, puesto que en otros países no existe este periodo vacacional. Las zonas de playa serán las más beneficiadas por esta afluencia de visitantes, con excepción de Canarias, que lo notará enos puesto que sus clientes son, en mayor medida, extranjeros.

En cuanto a las perspectivas para el próximo verano, el presidente de Zontur puso en duda que en el 2000 el sector turístico vuelva a batir récords, como ha pasado en los últimos años, debido a que no se van a repetir las mismas circunstancias excepcionales ya aludidas.

Al ser preguntado sobre la intención del Gobierno de Baleares de crear un nuevo impuesto que grave la entrada de turistas, con fines medioambientales, Devesa admitió ue todavía no existe información suficiente sobre cómo se va a aplicar este tributo, pero aseguró que medidas de este tipo "no son beneficiosas para el sector".

El dirigente de Zontur recordó que Grecia intentó crear un impuesto similar y que finalmente tuvo que dar marcha atrás, por los perjuicios para el turismo. Dijo que esta medida sería similar a las tasas de entrada que se tienen que pagar en algunos países del tercer mundo.

Respecto a la contribución que pueden estar teniendo los precios d los hoteles en el repunte de la inflación, contestó que está demostrado que este alza se debe sobre todo al encarecimiento del petróleo, y que la contribución de estos establecimientos al fenómeno "es mínima".