Ocupaban una vivienda social de una tía sya --------------------------------------------
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Un matrimonio de raza gitana y sus dos hijos, de 5 y 3 años, fueron desalojados ayer por la Policía Municipal de Alcalá de Henares de la vivienda social en la que residían desde hace dos años, en cumplimiento de una orden judicial de desahucio dictada por el Ayuntamiento de la localidad.
El cabeza de la amilia, José Malla Losada, no tiene trabajo y estaba a la espera de que el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) le concediese el piso que tenía solicitado.
La casa en la que vivían hasta ayer, ubicada en el número 74 de la calle Núñez de Guzmán, fue concedida hace tres años a una tía de José Malla.
La mujer, conocedora de la precaria situación económica de la pareja, compartía junto con otras 14 personas el hogar de la madre de Malla. Al parecer, la tia del joven deshauciado le cedió su vivenda "porque ella viajaba mucho y apenas permanecía en casa".
Según declaró a Servimedia el matrimonio, el problema comenzó cuando fueron a pagar unos recibos al Consorcio de la Vivienda, donde les dijeron que en un principio no había ningún problema y que ya los pagarían cuando regresara el titular del piso.
El matrimonio Malla no dio demasiada importancia al hecho, hasta que 15 días después recibó una orden de desalojo. Aunque la dueña de la vivienda acudió inmediatamente a abonar las facturas,"le dijeron que ya no pintaba nada y que esto le había ocurrido por meter dentro a otra familia y no comunicarlo", manifiestó Malla.
ESTAN EN LA CALLE
Tras el desalojo, Malla y su esposa, Felisa Giménez, permanecen junto al portal del inmueble con sus muebles, colchones y resto de enseres.
Aunque se les ofreció guardar sus bienes en un local, José y Felisa se negaron rotundamente porque creen que entonces se olvidarían de su problema.
"Además no entendemos cómo de buenas a primeras vienen,te dan cuatro patadas y te echan a la calle de mala manera", manifiestaron. "Nosotros, incluso, deberíamos denunciar que nos han destrozado los cuatro muebles que teníamos".
Malla indicó que el Ayuntamiento le ha prometido abonar el alquiler de una vivienda durante los tres primeros meses, aunque no está dispuesto a aceptar porque no se fía de las promesas y quiere el ofrecimiento por escrito.
El caso de la familia Malla no es el primero ni el único en Alcalá. Alrededor de 12 mujeres acudieron esa mañana al Ayuntamiento para pedir ayuda al concejal de Vivienda, José Luis García, al tener problemas de la misma índole.
Isabel Escudero duerme con su marido y sus dos hijos en su coche, mientras que Concepción Giménez, también con dos hijos y su esposo enfermo de hepilepsia, sabe que el día 10 de diciembre la echarán del piso que actualmente ocupa, y al que accedió hace un año y medio, tras pegar una patada en la puerta.
(SERVIMEDIA)
29 Nov 1991
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