Según la OCU, la CNE pretende en su propuesta de tarifas compensar el supuesto déficit generado en 2008 y el que pretendidamente se producirá en 2009, todo ello sin tener en cuenta la crisis económica en la que nos encontramos y el grave impacto que esta subida puede suponer en la economía de millones de familias.

De llegar a aplicarse, cada familia pagaría, de media, 184 euros más cada año, según cálculos de OCU.

Por otra parte, estimó contradictoria la posición de la CNE, ya que "por una parte pretende que los consumidores paguen de golpe el supuesto deficit de tarifa, pero al mismo tiempo en su informe de mayo de 2008 sobre los costes de generación reconoce que es el propio diseño del mercado de generación el que provoca el déficit del mercado de distribución".

La OCU opina, que en vez de obligar a los consumidores a hacer frente a subidas desorbitadas del precio de la luz, la CNE debería promover la reforma integral del mercado de la electricidad y garantizar la transparencia del mismo.

Finalmente, la OCU pidió al Gobierno que desestime la petición de la CNE, proponga una modificación de la factura de la luz adecuada a los tiempos de crisis que vivimos y "aborde de una vez por todas, la reforma integral del mercado de la electricidad para que, con transparencia, los consumidores paguen el precio justo de la electricidad".