Ese límite de 20.000 euros contrasta, según la OCU, con el de "muchos de los países de nuestro entorno", que proporcionan "una mayor protección a los pequeños inversores".

En opinión de la OCU, disponer de unos límites más elevados es básico para proteger de forma adecuada al consumidor. Además, "esto serviría para fomentar la seguridad de las inversiones y, con ello, mejorar la estabilidad del sistema financiero, algo muy necesario en momentos como los actuales".

Por ello, ya en el mes de mayo la OCU solicitó al Ministerio de Economía, al Banco de España y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores un aumento del capital mínimo garantizado del Fondo de Garantía de Depósitos y del Fondo de Garantía de Inversiones hasta llegar a 150.000 euros por titular y entidad.

"Precisamente en situaciones de crisis e incertidumbre como la que ahora vivimos, disponer de unos mecanismos de garantía, adecuados y suficientes es lo que permite al pequeño inversor tener la confianza de que sus ahorros no se verán afectados por la posible quiebra de las instituciones que los gestionan", concluyó.