Así lo recomendó en un comunicado en el que recordó que la operación realizada por agentes de la Guardia Civil y de la Delegación Territorial de Salud y Consumo reveló la falsificación de “más de 50 toneladas de jamón y paletas de pata negra” en Alcalá de Guadaíra y Dos Hermanas (Sevilla), algunos de ellos en “pésimas condiciones higiénico-sanitarias”, e hizo hincapié en la necesidad de “comprar en canales legales de comercialización”.

Según aseveró, las piezas eran lavadas con agua a presión o quemadas para hacer visible la grasa y posteriormente se “barnizaban” con una mezcla de aceite de semillas y carbón vegetal para mejorar su aspecto de producto "supuestamente de pata negra". “Se intuye que, cuando la pieza entera no reunía los mínimos requisitos por su estado de deterioro, la usaban para comercializarla en lonchas o en tacos”, añadió

En paralelo, denunció que los etiquetados “también estaban falsificados, manipulándose fechas de caducidad y lote”. “Incluso el número de registro sanitario que se estaba usando no existía y el certificado de calidad de los ibéricos se había copiado a otro operador, de modo que el consumidor lo tenía muy difícil para poder observar el fraude a simple vista”, apostilló.

RECOMENDACIONES

En este contexto, la entidad aconsejó a los consumidores comprar siempre en canales habituales de compra y “nunca en canales dudosos, ni a través de amigos o intermediarios que dicen conocer a proveedores que lo venden más barato”.

Junto a ello, les emplazó a “sospechar siempre” de los precios “anormalmente bajos”. “Si algo es tan bueno que no parece verdad, lo más normal es que no lo sea”, sentenció, al tiempo que urgió a “denunciar siempre” ante las autoridades sanitarias y las competentes en materia de protección al consumidor y seguridad alimentaria “ante las dudas”.