Esta es la conclusión que extrae el PSOE del último informe de la OCDE, en el que e advierte a los países miembros que deben aprovechar este periodo de bonanza económica para sanear sus cuentas, pero siempre con un estrecho control sobre la evolución de ingresos y gastos.

La OCDE insiste también sobre la importancia de abordar una nueva reforma laboral que permita un control estricto de salarios y el abaratamiento de los despidos, algo a lo que se oponen los socialistas.

Sin embargo, para Eguiagaray, lo más destacable del documento es que advierte de la necesidad de abordar reormas estructurales que "los socialistas venimos reclamando" y que advierte sobre los futuros problemas de presupuesto cuyo equilibrio "no está garantizado" y que puede poner la estabilidad política "en riesgo", una vez dentro de la Unión Monetaria.

Según el portavoz socialista, la OCDE pide "una vigilancia estrecha de la evolución de ingresos y gastos, lo que significa que no se pueden prometer rebajas incondicionales de impuestos, si al tiempo se quiere seguir financiando todo el gasto social de nuetro país y quizá este Gobierno lo que no quiera sea mantener el gasto social".

Si lo hace así "estamos abocados a la inestabilidad y el incumplimiento de aquello a lo que estamos obligados en cuanto entremos en la Unión Monetaria", según Eguiagaray.

Por otra parte, el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, afirmó que el Gobierno del PP piensa que "después del euro en España toca hacer recortes en el gasto social". "No se atreven a decirlo todavía, pero lo piensan, y lo que no tiene explicaión es que se nos quiera engañar a los españoles hablando de una pretendida bajada de impuestos" que sólo afectará a unos pocos.