LA OCDE PREVE UN CRECIMIENTO DEL 2,7 POR CIEN PARA ESPAÑA EN 1997

MADRID
SERVIMEDIA

Los expertos de la OCDE estiman que la economía española crecerá e 1997 un 2,7 por ciento, tres décimas menos de lo esperado por el Gobierno y tres décimas más de la media prevista para el conjunto de los países de esta organización, que incluye a los 28 países más desarrollados.

En su último boletín de "Perspectivas Económicas", difundido hoy en todo el mundo, la OCDE estima igualmente que el déficit de las cuentas públicas superará ligeramente el tope de Maastricht, al cifrarse en el 3,4 por ciento del PIB, en lugar del 3 por cien que calcula el Ejecutivo español ara ajustarse al proceso de unión monetaria.

Eso situaría a España una décima por encima del déficit público medio previsto para los países de la UE, que la OCDE cifra en un 3,3 por ciento de sus respectivos PIB, lo que forzosamente obligará a una interpretación flexible de este parámetro de Maastricht.

En caso contrario se daría la singular paradoja de que Alemania y Francia, los países que formaron el corazón del antiguo Mercado Común y que son el eje fundamental de la Unión Europea, se quedarín fuera de la unión monetaria, ya que la OCDE estima que el déficit público galo será del 3,2 por cien de su PIB y el germano del 3,4, igual que el español. Los británicos tampoco cumplirán con las exigencias de la unión monetaria y verán situado su déficit público en un 3,7 por cien.

Sin embargo, los expertos de la OCDE están convencidos de que los esfuerzos de contención del déficit público darán mejores resultados en 1998, ejercicio en el que España ya bajará del tope de Maastricht, al situarlo en n 2,9.

Para ese ejercicio, todavía Grecia, con un 5,1 por ciento, e Italia y Austria, con un 3,4 por cien, superarán la barrera fijada por el Tratado de Maastricht, en tanto que Alemania y Gran Bretaña estarán justo en el límite, con un 3 por cien.

Por lo que se refiere a la evolución de la inflación, la OCDE facilita estimaciones basadas en el deflactor del PIB, que no coincide exactamente con el IPC, ya que se refiere a la evolución de los precios en el conjunto de la economía, y no sólo en la esta de la compra.

En todo caso, sus previsiones en este terreno son similares a las del Gobierno español, al estimar un crecimiento global de los precios del 2,9 por cien para el año que viene, el mismo que prevé el Ejecutivo (para el deflactor del PIB).

El punto negro de las previsiones económicas para España es, como viene siendo habitual, la marcha del empleo. La mejoría estimada por la OCDE es lenta y pequeña, puesto que estima que la tasa de desempleo sobre la población activa pasará del 227 por cien en 1996 al 22,4 en 1997 y el 21,7 en 1998. Eso mantendrá a España con una tasa de paro doble de la media de la OCDE, que para el año que viene será del 11,3 por cien.

En su análisis de la situación general de los países de la OCDE, los expertos de la organización abogan, por un lado, por políticas que eliminen las bolsas de pobreza y den mayor protección a los miembros más vulnerables de la sociedad y señalan, por otro, que continuar con el saneamiento de los presupuestos públicos es la pricipal tarea de los responsables económicos para los próximos años, especialmente por las tensiones que producirá el envejecimiento de la población.

A este respecto, recomiendan intensificar la explicación a la sociedad de las políticas económicas aplicadas. "Los temores que suscitan las implicaciones de las reformas estructurales sobre la equidad son fundadas y será más fácil hacerles frente de manera constructiva si el proceso de toma de cesiones es transparente y equitativo, y es percibido como tal" señala la OCDE.

(SERVIMEDIA)
19 Dic 1996
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