Los expertos de la OCDE hacen esta advertencia en un estudio titulado "Projecting OCDE health and long-term care expenditures: ¿what are the main drivers?", en el que plantean dos posibles escenarios.

Si las tendencias actuales continúan, y no se adoptan medidas restrictivas, el gasto público sanitario se doblará en la primera mitad del siglo, pasando del 6,7% del PIB en 2005 al 12,8% en 2050. En el caso de España, pasaría del 5,6% al 12,1%.

Si se adoptan medidas frente al incremento de precios y el uso de las costosas nuevas tecnologías de la salud, el gasto público sanitario subiría del 6,7% al 10,1% en el periodo considerado. En España crecería del 5,6% al 9,6%.

"Las proyecciones revelan diferencias muy profundas según los países. En el escenario de contención de costes, el gasto en salud y cuidados a largo plazo continúa subiendo rápidamente en paísses con poblaciones que envejecen rápidamente, tales, como Italia, Japón y España", señalan los expertos de la OCDE.

Según estos expertos, hay que tener en cuenta que, aparte del aumento de costes sanitarios derivado de tener poblaciones más envejecidas y ricas, el gasto gubernamental en sanidad está creciendo actualmente en el conjunto de la OCDE un 1% más rápido que el de sus PIB.

Pese a los problemas de envejecimiento, de acuerdo con las previsiones de la OCDE, España estará, en cualquiera de los dos escenarios manejados, por debajo del nivel de gasto sanitario medio del área de países ricos.

En el supuesto más pesimista, los países con mayor gasto en 2050 sería Islandia, Irlanda y Alemania, que tendrían que dedicar entre el 14% y algo más del 15% de su PIB anual a sanidad. En el supuesto de contención de costes, sería Noruega el país con mayor gasto sanitario, un 12,4% de su riqueza nacional anual.