Según Villar Mir, con esta nueva adquisición y tras la compra de Elsán, Obrascón culmina el proceso mediante el que ha multiplicado casi por tres su tamaño en el último año, colocándose en el séptimo lugar, junto a Laín y Huarte, en el ranking de constructoras, con una facturación de más de 70.000 millones de pesetas.

La operación de compra de Sato se materializará a través de una ampliación de capial de Obrascón en un 14,35%, lo que supondrá que los actuales accionistas de la constructora se hagan con un 12,35% de la empresa presidida por Villar Mir.

En la actualidad, Sato factura unos 12.500 millones de pesetas anuales. Su presidente seguirá siendo Pedro Rodríguez Inciarte y, aunque se dedicará a todo tipo de construcción, continuará especializada en infraestructuras portuarias.

Asimismo, Villar Mir anunció que, al haber alcanzado la dimensión actual, Obrascón se abrirá al exterior y estáa punto de firmar dos contratos de construcción en Méjico y en un país del Este por importes superiores a 2.500 millones de pesetas cada uno. Otros países objetivo de la empresa son Marruecos y Portugal.

La sociedad matriz Obrascón obtuvo en el primer trimestre de este año un beneficio antes de impuestos de 258 millones de pesetas, con un crecimiento del 77% respecto a 1995. El beneficio neto se situó en 168 millones, con un aumento idéntico al del beneficio bruto, mientras que las ventas se mantuviern prácticamente estables en los 5.221 millones. Su cartera asciende a 31.490 millones.