Todos los establecimientos consultados por esta agencia coincidieron en señalar que fueron los meses inmeditamente anteriores a la entrada en vigor del nuevo Reglamento de Circulación, el pasado 15 de junio, la época en la que se produjo un ligero incremento en las ventas de ese artículo, debido a la publicidad dada a las nuevas normas, entre ellas la referente a la obligatoriedad del uso del casco protector.

Sin embargo, indicaron que en la actualidad, la comercialización de ese producto ha vuelto a la normalidad tras el periodo "alcista", en el que más que un aumento en las ventas se produjo un increment en las personas que consultaron sobre precios y modelos.

Un portavoz del establecimiento Moto Acción señaló que hace unos meses los motoristas estaban "más decididos a tener que llevar el casco y venían a mirarlos porque a partir de septiembre entraba en vigor la ley. Pero la venta más o menos era la misma y en la actualidad sigue igual".

Las preferencias de los clientes van orientadas hacia los denominados cascos abiertos, especialmente destinados para los usuarios de ciclomotores y que, a difeencia de los cascos integrales, se limitan a proteger la parte superior de la cabeza, dejando al descubierto la barbilla. Su precio oscila alrededor de las 5.000 pesetas.

Entre estos cascos destaca el "tirón" que están teniendo los calificados por un portavoz de Motor City como "quita multas", debido a que son adquiridos únicamente para evitar la sanción, no para incrementar la seguridad del motorista.

"Esos cascos son más cortitos y no están homologados, por lo que no sirven para proteger la cabza, ya que son de plástico y no cubren ni las orejas", agregó.

Asimismo, muchos de los clientes se interesaron por cascos utilizados en otros deportes, como la hípica, el hockey o el polo, que son vendidos cada vez en mayor cantidad, "ya que están de moda", aunque tampoco están homologados para su utilización en motocicleta.

Los responsables de los establecimientos consultados reconocieron que, en la actualidad, la mayoría de los motoristas que circulan por la capital no emplean el casco, sobre tdo durante el verano debido a las altas temperaturas.

Para unos, como un portavoz de la Boutique de la Moto, el problema radica en la falta de control ejercido por la Policía Municipal sobre el uso del casco, que, en su opinión, contrasta con lo ocurrido en Barcelona, donde desde junio "ha sido una locura, y el que no lleva casco ha sido multado".

A su juicio, "hasta que la policía no empiece a multar, la gente no se va a poner el casco; va a pasar como con el cinturón de seguridad", opinión que o es compartida por otros de los consultados, que consideran que "lo que hay que hacer es concienciar a la gente".