Según esta información a la que tuvo acceso Servimedia, esos programas premiten la colaboración de los objetores en tareas de apoyo a las relaciones de cooperación económica, cultural y científica y en funciones de protección a ciudadanos españoles habitualmenterealizados por las legaciones diplomáticas epañolas.

Asimismo, los objetores trabajaran en actividades de asistencia a emigrantes y mejora de la calidad de vida de los españoles en el extranjero, con especial atención a las personas mayores o con discapacidades.

Con esta actitud, el Ministerio de Justicia adapta el cumplimiento de la prestación social a la situación de un buen número de jóvenes que vivián una "situación discriminatoria respecto al resto de los jóvenes españoles" que podían realizar esta actividad en su zona de residencia. El Gobierno considera así solucionado el problema que afectaba a la comunidad expañola emigrante permitiéndoles que puedan realizar la prestación "como mejor convenga a sus intereses personales".