LOS OBISPOS DE VIC Y SOLSONA DENUNCIAN UNA "FOBIA" CONTRA CATALUÑA DESDE CIETOS SECTORES DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA

BARCELONA
SERVIMEDIA

Josep Maria Guix y Antoni Deix, obispos de Vic y de Solsona, denuncian en las hojas dominicales de sus respectivas diócesis, que se publicarán este domingo, la existencia de una cierta "fobia" contra Cataluña en diversos sectores de la sociedad española.

Guix, obispo de Vic, asegura que esta "fobia contra Cataluña" existe realmente: "El hecho catalán es el fondo de las críticas fuera de tono, molestas y repelentes". Guix calific de "grosera y obsesiva" la forma en que algunas personas influyentes se meten con los gobernantes, la Iglesia y la enseñanza en Cataluña.

El obispo de Vic hace un somero repaso a la historia de las relaciones entre Cataluña y el Estado español y concluye que "los derechos de los catalanes han sido sistemáticamente negados o regateados" y que ahora, una vez que Cataluña ha recobrado una cierta normalidad, "se alzan voces que traslucen tics de la política anticatalanista, dura y opresiva, de Felipe V, e Primo de Rivera y de Franco".

Guix cree que con esta actitud "sólo se consigue enrarecer el ambiente, extender e intensificar la antipatía contra Cataluña y, de rebote, hacer crecer el número de catalanes que se sienten ofendidos o calentar al rojo su fuego nacionalista".

El obispo de Vic recuerda que "a lo largo de 250 años, a los catalanes nos ha tocado recibir" y pide a los "detractores habituales" de esta comunidad "que nos dejen en paz".

Antoni Deig, obispo de Solsona, escribe en el "ull Dominical" del próximo domingo que "Cataluña es un país que fue y que ahora lucha por volver a ser". Según Deig, los catalanes deben seguir luchando, "aunque las circunstancias no nos sean favorables, una nación como la nuestra, tiene derechos y obligaciones que todos los catalanes debemos exigir".

El obispo de Solsona asegura que la campaña anticatalanista se debe "a un nacionalismo asimilacionista y exacerbado que no puede ni quiere comprender la diversidad y el hecho diferencial de nuestro país.

En su artículo, Deig concluye que "el amor a Cataluña debe darnos fuerza y decisión para no renunciar nunca a lo que es nuestro, que nos quitaron y que intentan volvernos a quitar con campañas insultantes y agresivas. Nuestra identidad de nación, nuestra lengua y nuestros derechos de pueblo han de ser admitidos y respetados por todos".

(SERVIMEDIA)
02 Sep 1994
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