En este documento, aprobado en la última asamblea plenaria de la CEE en marzo, se propone una pastoral transversal con personas migradas, en una Iglesia 'en salida' donde caben todos. “Este documento ayuda a mirar a cada migrado desde la dignidad del Evangelio. A acoger a cada uno como es. Con la única etiqueta de ser Hijo De Dios”, indicó el vicepresidente del Episcopado y cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo.

"Una mirada creyente permite acoger la valiosa aportación de las personas migradas a nuestra sociedad y nuestra Iglesia: aportan su trabajo, nos permiten crecer como personas en la acogida, nos acercan a Dios y hacen crecer la comunidad cristiana. Una mirada completa incluye: el derecho a no tener que migrar; el derecho a migrar y a la ciudadanía mundial; la necesidad de una autoridad mundial; el horizonte de la cultura del encuentro y la catolicidad de la Iglesia que se muestra mediante la fraternidad", sostienen los prelados en el documento, que ahonda en la propuesta del papa Francisco de crear 'corredores de hospitalidad' para garantizar una migración con dignidad a quienes dejan su lugar de origen.

El director del departamento de Migraciones, Xabier Gómez, subrayó que "las administraciones públicas siempre van a encontrar a la Iglesia del lado de la dignidad humana y de protección a los más vulnerables”, pero también advirtió de que "el futuro de la sociedad y de la Iglesia en España pasa por la plena incorporación de las personas migradas. Ser una Iglesia acogedora y misionera”.