El obispo de Guadix-Baza, Juan García-Santacruz Ortiz, dijo que "en este año, declarado por la Unesco Año Internacional de la Tolerancia, queremos contribuir a acercar la realidad de los inmigrantes que han tenido quedejar sus hogares".

Monseñor García-Santacruz, vocal de Migraciones en la Conferencia Episcopal, agregó que "la política de la Administración seguirá siendo ambigua hasta que no se reforme la Ley de Extranjería".

Por su parte, José Magaña, responsable de inmigración de la Comisión Episcopal de Migraciones, calificó como "nuevos esclavos de nuestra época" a los inmigrantes, "cuya situación está provocada por intereses de nuestro propio sistema económico", por lo que hizo un llamamiento para lucharcontra la economía sumergida.

Según el informe presentado hoy, para resolver el problema han de tenerse en cuenta las causas de las migraciones, la situación propia y actual de España y el reconocimiento y eficaz tutela de los derechos humanos del inmigrante, así como considerar como un valor el enriquecimiento cultural que aporta el inmigrante.

En el documento de los obispos también se destaca "la ineludible asunción por parte de los poderes públicos, desde y para la sociedad, de una política aciva de inmigración que comprenda una regulación de los flujos migratorios; una opción decidida por la integración del inmigrante mediante la igualdad de derechos socio-económicos y culturales y, en última instancia, la participación plena en la comunidad, facilitando la adquisición de la nacionalidad".

Otro de los derechos básicos de los inmigrantes que defiende la Conferencia Episcopal es el reagrupamiento familiar, ya que son muchas las personas llegadas de otros países que no pueden vivir con sus fmilias al no ser permitida la entrada en territorio español de los demás miembros de la misma.