En un comunicado, la CEE subrayó también que ese diálogo debe converger en "una interacción positiva con el entorno social donde sean acogidos" los "niños, niñas, adolescentes y jóvenes migrantes", por los que la Iglesia "también trabaja".

Los obispos españoles siguen creyendo que se necesita fomentar "una cultura del encuentro que nos ayude a crecer como humanidad".

Con el papa Francisco piensan que “se necesita, por parte de todos, un cambio de actitud hacia los inmigrantes y refugiados, el paso de una actitud defensiva y recelosa, de desinterés o de marginación, a una actitud que ponga como fundamento la 'cultura del encuentro', la única capaz de construir un mundo más justo y fraterno, un mundo mejor”.

Finalmente, los prelados españoles invitaron a las comunidades cristianas a "fomentar con gestos concretos" este espíritu para que el Evangelio siga resonando "como buena noticia en medio de nuestro mundo que tanto necesita de esperanza".

En su comunicado, los obispos de las diócesis canarias dijeron ser "conscientes del esfuerzo extraordinario de gobernantes y de la sociedad canaria", pero a su vez, observaron "que los centros de acogida vuelven a estar saturados y la insuficiencia de infraestructuras dificulta una acogida digna y acorde con los derechos humanos de las y los menores no acompañados".

No obstante, mostraron "alegría" ante la noticia de que los gobernantes "y la mayoría de nuestros políticos" han abierto "un camino de esperanza para ayudar al pueblo de Canarias a dar solución a esta realidad".