El portavoz y secretario general de la CEE, Juan Antonio Martínez Camino, destacó hoy en rueda de prensa que ese texto, titulado "Teología y secularización en España. A los 40 años de la clausura del Concilio Vaticano II", "es muy importante y va a propiciar el vigor de la teología en España".

Martínez Camino explicó que esa instrucción trata de discernir ante planteamientos doctrinales que "han pertubado la vida elclesial y la fe "de los sencillos", así como identificar "las causas principales de la secularización interna de la Iglesia".

En este sentido, la Instrucción Pastoral detecta que en el origen de la mencionada secularización se encuentra "la pérdida de la fe y de su inteligencia, en la que juegan, sin duda, un papel importante algunas propuestas teológicas deficientes".

SEXUALIDAD

Sobre moral de la sexualidad y de la vida, el citado texto considera pecados gravemente contrarios a la castidad la masturbación, la fornicación, las actividades pornográficas y las prácticas homosexuales".

Además, los prelados indican que "una expresión de los errores eclesiológicos señalados es la existencia de grupos que "propagan y divulgan sistemáticamente enseñanzas contrarias al Magisterio de la Iglesia en cuestiones de fe y moral".

"Estos grupos", añaden, "se han manifestado a favor de las absoluciones colectivas y del sacerdocio femenino y han tergiversado el sentido verdadero del matrimonio al proponer y practicar la 'bendición' de uniones de personas homosexuales".

La Instrucción Pastoral también asegura que "la vida humana se inicia en la concepción y tiene su fin en la muerte natural. El aborto y la eutanasia son acciones gravemente desordenadas, lesivas de la dignidad humana y opuestas a las enseñanzas de Cristo".

"Tampoco podemos poner en duda que, desde el momento de la fecundación, existe verdadera y genuina vida humana, distinta de la de los progenitores, de modo que quebrar su desarrollo natural es un gravísimo atentado contra la misma".

En cuanto a la moral social, los obispos destacan que "quienes reivindican su condición de cristianos actuando en el orden político y social con propuestas que contradicen expresamente la enseñanza evangélica, custodiada y transmitida por la Iglesia, son causa grave de escándalo y se sitúan fuera de la comunión eclesial".

Finalmente, el texto reconoce que, "en la actualidad, uno de los grandes desafíos que encuentra la evangelización está centrado en el campo moral. Es una dificultad que procede de un ámbito cultural que se declara postcristiano y se propone vivir 'como si Dios no existiera'".