La Ceas hace esta acusación en su mensaje "Laicos cristianos: sal y luz del Mundo", con motivo de la celebración mañana de la solemnidad de Pentecostés.

El documento reconoce el "descuido" de "muchos bautizados", que "viven de una fe heredada, pero no personalizada" y "se han conformado con las enseñanzas recibidas".

La Ceas subraya que, "por supuesto, es motivo de inquietud para nosotros que bastantes bautizados no hayan descubierto y asumido con gozo la misión evangelizadora y misionera".

A renglón seguido afirma que "el abandono de la formación cristiana por parte de muchos bautizados les ha conducido a tener una visión totalmente deformada del cristianismo y de la Iglesia, puesto que sus criterios y juicios sobre estas realidades ya no parten del Evangeliio, ni de las enseñanzas de la Iglesia, sino de las opiniones de los demás, de los criterios sociales y de las presentaciones parciales, sesgadas y distorsionadas que, en bastantes casos, hacen de la Iglesia algunos medios de comunicación".

Además, la Ceas también reconoce "los sucesivos procesos de secularización que está padeciendo la sociedad española y a los que tal vez no hemos prestado la suficiente atención y dedicación a la formación de los bautizados".

Por ello, el documento concluye que "si queremos que toda la Iglesia sea el sujeto de la evangelización, debemos poner todos los medios a nuestro alcance para formar adecuadamente a los bautizados, aprovechando las distintas oportunidades que tenemos para ello", como los movimientos de acción católica, a los que agradece "un gran servicio prestado a la Iglesia durante años".