Con ocasión de la Jornada por la Familia y por la Vida, que se celebrará el próximo 30 de diciembre, el Episcopado alerta de los "graves males" que amenazan a la familia en España, donde las leyes toleran e incluso regulan violaciones del derecho a la vida, lo que pone en cuestión "la legitimidad de los poderes públicos que las elaboran y promulgan".

Los obispos denuncian en la nota los "nuevos y alternativos modelos de familia", que califican de "pobres y raquíticos", en especial cuando "s presentan frente a la que es llamada, muchas veces con desprecio, 'familia tradicional'".

Tras criticar la equiparación de las uniones de hecho con la "verdadera familia", el Episcopado expresa su tristeza "por la difusión del matrimonio meramente civil entre bautizados y la expansión de la mentalidad divorcista".

"El divorcio es concebido como un derecho, pero en realidad oculta el drama humano y social que supone el fracaso del matrimonio", agregan los obispos, que también critican que se ocule "el tremendo síndrome del post-aborto, que tanto dolor y sufrimiento provoca en las madres que, en unas circunstancias sin duda difíciles de su vida, no apostaron por la vida".

La subcomisión episcopal indica que "la familia sana es el fundamento de una sociedad libre y justa", mientras que "la familia enferma descompone el tejido humano de la sociedad".

Volviendo al problema del aborto, los prelados aseguran que "está en peligro el mayor tesoro de la familia, el hijo", y alertan sobre "las vícimas inocentes del aborto provocado". "Ninguna circunstancia, por dramática que sea, puede justificar el que se mate a un ser humano inocente".

Además de denunciar el "crimen abominable" que supone el aborto, la Conferencia Episcopal advierte sobre "las penosas consecuencias -fisiológicas, psicológicas y morales- que padecen estas mujeres (que abortan)", que necesitan "la atención y acogida misericorde de la Iglesia".