Seguridad Vial
Los obispos aseguran que respetar la vida equivale a permanecer atento al volante y respetar las normas de tráfico
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Los obispos españoles subrayan que amar y respetar la vida propia y ajena, para un conductor, “equivale a permanecer atento a la conducción, respetando en todo momento las normas de tráfico” y quiere decir “conducir bien y en las debidas condiciones y responsabilidad sin ser un peligro para nadie”.
Así lo subrayan los prelados de la Subcomisión para las Migraciones y Movilidad de la Conferencia Episcopal (CEE) en el mensaje que han elaborado para este 7 de julio, jornada de responsabilidad en el tráfico para la Iglesia española.
Para esta fecha, con el lema bíblico 'Yo soy el camino y la verdad y la vida', los obispos expresan su inquietud ante el aumento de los siniestros viales y los muertos en carretera, aunque “mantenemos la firme esperanza de siniestros viales, cero”. Porque “no hay dinero suficiente para comprar una sola vida. Somos únicos e irrepetibles”.
Esta jornada se celebra el primer domingo de julio, coincidiendo con el inicio de los desplazamientos masivos por las vacaciones de verano y próximo a la festividad del patrón de los conductores y transportistas, San Cristóbal, que se celebra el 10 de julio.
Asimismo, desde la CEE advirtieron sobre la importancia de usar el cinturón de seguridad, de no conducir bajo los efectos del alcohol y de las drogas, de correr a la velocidad justa o sobre el uso indebido del móvil.
USAR EL MÓVIL
"Amar la propia vida y la de los demás me obliga a no jugármela sencillamente por usar el móvil indebida e irresponsablemente mientras se conduce, como desgraciadamente sucede con relativa frecuencia. Todo puede esperar y el conductor debe ser consciente de la grave responsabilidad que lleva entre sus manos: cuidar y respetar su vida y la de los demás teniendo siempre presente que 'en él vivimos, nos movemos y existimos'", subrayaron.
Del vehículo se puede abusar, pero también “es un medio que se puede utilizar de modo prudente y ético para la convivencia, el trabajo, la solidaridad y el servicio a los demás”. De hecho, recordaron y agradecieron el servicio que prestan por el bien común “vehículos que son ellos mismos los instrumentos del trabajo: camión, autocar, taxi, o ambulancia”.
También recordaron a la “mucha gente buena” que “diariamente se esfuerza como conductores o peatones por hacer las cosas bien, cumpliendo las normas de tráfico con responsabilidad y cuidando de la seguridad vial, que es tanto como decir: salvando vidas”.
Los obispos concluyeron su mensaje compartiendo las palabras de Jesús: "'Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado', también cuando se conduce un vehículo. Que santa María de la Prudencia y san Cristóbal nos protejan y acompañen en todos nuestros desplazamientos”.
(SERVIMEDIA)
07 Jul 2024
AHP/clc