El documento, estructurado en ocho puntos, manifiesta que frente a las carencias que padecen las poblaciones que habitan en zonas rurales, con frecuencia una visión política demasiado estrecha e interesada "busca proyectarse en realizaciones ostentosas que atraian a la opinión pública de forma inmediata, pero que a la larga no supone ninguna mejora de fondo para el pueblo".

"A veces", dice la instrucción, "se gasta demasiado en fiestas y celebraciones y no se atienden suficientemente otras necesidades más decisivas, como las comunicaciones comarcales, por no hablar de la creación de puestos de trabajo".

Por ello, los prelados andaluces invitan a la austeridad en la ornamentación de los edificios públicos, a la ejemplaridad en la fijación de sueldos y grtificaciones a los cargos municipales.

APOYO ELECTORAL A LOS QUE OFREZCAN GARANTIAS

Ante la convocatoria de elecciones municipales y autonómicas, el documento recuerda "el deber de ejercer los derechos civiles en consonancia con la fe y la moral".

El documento pide también a los cristianos que den a conocer "las necesidades más urgentes del barrio, de nuestro pueblo o ciudad" y considera que "todo ello hay que tenerlo en cuenta a la hora de dar nuestro voto, apoyando a quienes ofrezcan mayores arantías profesionales y morales"

Otros puntos de la instrucción se refieren a fomentar actitudes de solidaridad y participación en instituciones ciudadanas y asociaciones, y atender las necesidades de los jóvenes.