Monseñor Belo, que realizó estas declaraciones en una rueda de prensa organizada por Naciones Unidas on motivo del 50 aniversario de la declaración de los Derechos Humanos, señaló que "hay que buscar una solución, porque el pueblo de Timor no puede continuar en estas condiciones de sufrimiento actual".

Asimismo, agregó que "esta solución no sería militar, sino diplomática, política, e incluso social, aceptada y reconocida internacionalmente, provocando más diálogo entre Portugal, Indonesia y los timorenses coordinados por Naciones Unidas".

El obispo recordó que el problema se remonta a 1976, añoen las que tropas indonesias invadieron la República Democrática de Timor Oriental, antigua colonia portuguesa, y pasó a ser la vigésimo séptima provincia de Indonesia.

Monsesor Belo se quejó de la "falta de frutos" en los intentos realizados por organismos, como una Comisión Tripartita entre Naciones Unidas, Portugal e Indonesia o un grupo de diálogo formado por 30 timorenses, para buscar una solución al problema de Timor Oriental.

Después de 20 años de invasión de esta isla, que han provocado ms de 200.000 víctimas desde 1980, la resistencia al régimen de Indonesia no ha desaparecido. El premio Nobel de la Paz señaló que hay grupos armados que luchan por conseguir la independencia de Timor Oriental, aunque no compartió esta forma de solucionar el problema.

El obispo apuntó que la concesión del Premio Nobel de la Paz sirvió para que haya una mayor concienciación internacional del conflicto timorense, aunque "allí la cosa sigue igual".

Por último, Monseñor Belo, que se entrevistó hoy conel secretario general de la Conferencia Episcopal, José Sánchez, tiene previsto visitar mañana al presidente del Gobierno, José María Aznar, al que informará sobre el conflicto de Timor Oriental.