EL OBISPO DE CADIZ Y CEUTA SE DESPIDE ANTES DE IR A MALAGA

CADIZ
SERVIMEDIA

El obispo de Cádiz y Ceuta, monseñor Antonio Dorado Soto, se despidió ayer de los medios de comunicación de Cádiz. El prelado, que ha sido destinado a la diócesis de Málaga, llevaba veinte años como obispo administrador diocesano de Cádiz y Ceuta.

Antonio Dorado dijo que durante su estancia en Cádiz ha vivido "tiempos recios y apasionantes, como la aplicación del Vaticano II en las estructuras de la Iglesia, la transición esperanzada y serena a la democracia en la sociead civil o los fenómenos sangrantes de la droga, el sida y el paro".

El obispo recordó que en sus cartas pastorales ha tratado de hacer oir la voz de los pobres y "estar entre vosotros y a vuestro lado para deciros siempre una palabra de aliento; unirme a vuestros deseos más hermosos, a vuestras protestas y a vuestras luchas".

La Asociación de la Prensa de Cádiz le ha nombrado miembro honorario de la misma y su presidente, Evaristo Cantero, le impuso la insignia de oro de la entidad. Además, los eriodistas asistentes le entregaron recuerdos de sus respectivos medios de comunicación.

(SERVIMEDIA)
18 Mayo 1993
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