A su juicio, "hay que cambiar muchas cosas, muchos elementos nefastos de nuestra tradición, y entre ellos la tendencia prácticamente inmanente en todas las izquierdas del siglo XX, a la lucha fratricida, que hay que extirpar, erradicar".

Obiols, que hizo estas declaraciones en la clausura de las jornadas de reflexión y diálogo organizadas por el PSC en Barcelona, señló que el proceso de renovación del PSOE debía ser "abierto, integrador y sin exclusiones", y recomendó que se hiciera pensando en el peso que los socialistas españoles tienen en el resto de Europa.

El dirigente del PSC dijo que "en el panorama político europeo de hoy estamos en una posición de fuerza, e incluso de privigelio", y que el reto de la renovación debía abordarse "no desde el purgatorio de la oposición o del castigo electoral sino desde la reválida de una confianza y una esperanza mayoritara".

Raimon Obiols añadió, como segundo aspecto importante a conseguir en ese proceso "mirar hacia el futuro, pero también necesitando y siendo fieles a nuestro propio pasado".

El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, que también intervino en el acto de clausura de las jornadas que llevaban como lema "el cambio dentro del cambio", coincidió con Obiols en la necesidad que la renovación socialista sea "integradora" y reiteró que en el partido no sobraba nadie en alusión a las críticas contra lo 'guerristas'.

Entre las conclusiones presentadas este mediodía sobre las sesiones de reflexión y diálogo del PSC, los participantes destacaron la prioridad del pacto social por parte del Gobierno central y la conversión del Senado en una auténtica mesa territorial.