Sin embargo, la actuación de los servicios de circulación aérea ha sido insuficinte y ha obligado a imponer medidas de regulación que provocan retrasos de una media de 2,6 minutos por vuelo, según datos de la organización europea para la seguridad de la navegación aérea (Eurocontrol).

Los retrasos, por regla general, se producen en pleno vuelo y no están relacionados con los problemas en los aeropuertos, la rotación de los aviones o las condiciones meteorológicas. Estos retrasos se sitúan al mismo nivel que en 1998, pero con un tráfico incrementado en un 15%, y la media de los rerasos es menor a los 5 minutos de 1999, aunque en este caso se debió a la crisis de Kosovo.

Por otra parte, el organismo central de gestión de las corrientes de tráfico aéreo (CFMU) ha adoptado medidas para mejorar la gestión del tráfico aéreo civil, como una nueva ordenación de los sectores del espacio aéreo (sobre todo en los países con tráfico más denso, entre los que se encuentra España), la transferencia de la responsabilidad de la gestión de ciertos sectores de un centro hacia otro para optimiza su capacidad potencial y la puesta en marcha de una nueva red de rutas aéreas en Alemania y Suiza.