Este incremento de objetores, eleva a más de ciento cinco mil el número de jóvenes que rehusan realizar el servicio militar, desde que en 1984 la legislación española permitiera esta figura.

Del total de los jóvenes que han alegado cláusulas de cociencia para no incorporarse al Ejército, más de dos mil trescientos se declaran insumisos. Quince de ellos fueron procesados y existe ya sentencia judicial firme.

Para el Movimiento de Objeción de Conciencia, es significativo el aumento de la desobediencia, a pesar de las trabas oficiales, que han provocado que más de dos mil quinientos de ellos hayan sido reconocidos objetores cuando ya habían terminado la mili.

Este colectivo considera que el modelo de Ejército existente en España ha sido agotdo por las propias condiciones y exigencias de la sociedad. El MOC cree que la creciente actitud de los jóvenes ante el servicio militar ha provocado malestar en el Ejecutivo, ya que "tiene graves dificultades para llenar los cuarteles".

Los objetores de conciencia estiman que no sólo se ha producido una actitud de rechazo al servicio militar obligatorio, sino también a las propuestas de voluntariado especial. "De las dieciséis mil plazas convocadas por el Ejército el año pasado, sólo se cubrieron el incuenta por ciento".