Según ha informado este viernes Covite, en los primeros seis meses de 2023 se contabilizaron 221 actos de apoyo a la ya disuelta banda terrorista. Desde Covite consideran que el número de actos de apoyo a ETA registrados sigue siendo muy elevado, lo cual entienden como un indicativo de que “el culto a ETA y a sus terroristas está lejos de desaparecer del espacio público”.

A pesar de esto, el colectivo celebró la desaparición en la primera mitad del año de los ‘Ongi Etorri’, que son los homenajes a los presos de la banda cuando salen de prisión, a pesar de se produjeron seis excarcelaciones. La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, afirmó que esto es “una total excepción en la historia del Observatorio de radicalización y una muy buena noticia para las víctimas, al tratarse de los actos más humillantes que se pueden presenciar”.

PINTADAS Y MANIFESTACIONES PROAMNISTÍA

Del total de los actos de apoyo a ETA documentados, 82 tuvieron lugar en Guipúzcoa; 73 en Vizcaya; 32 en Navarra; 20 en Álava; 10 en otras provincias, principalmente en Cataluña; y 4 en el extranjero, concretamente en el País Vasco francés. En cuanto a la tipología de los actos, los datos de Covite revelan que los que más se produjeron fueron las pintadas y las pancartas de apoyo a ETA, con un total de 91 registradas, así como las manifestaciones para exigir la amnistía de los etarras presos, con un total de 81.

A los actos anteriores se sumaron 19 homenajes públicos a miembros del grupo terrorista fallecidos en los aniversarios de su muerte, que a juicio de Covite, son “una exaltación del historial criminal de esas personas totalmente indigna y humillante, que solo ocurre en el País Vasco y en Navarra ante la pasividad total de una parte de la sociedad y de las instituciones”.

El resto de los actos de apoyo documentados fueron tres fiestas populares que se instrumentalizaron para lanzar proclamas a favor de ETA y de sus presos, y otros 27 actos que no pueden clasificarse en ninguna de las categorías anteriores, como charlas o presentaciones de libros de etarras en espacios públicos como las casas de cultura de distintas localidades del País Vasco o Navarra.

FIN DE LA POLÍTICA DE DISPERSIÓN

Según Covite, con el final de la política penitenciaria de dispersión, las reivindicaciones de la izquierda abertzale han pasado a exigir “sin eufemismos ni disimulos” la excarcelación de los presos de la banda terrorista, en la mayoría de los casos bajo el eslogan ‘Etxera’ (a casa). En ese sentido, Consuelo Ordóñez aseguró que estos movimientos políticos “nunca han querido el final de la dispersión” sino que su objetivo siempre ha sido “la excarcelación de todos los presos de ETA y la impunidad total”, lo que considera una actitud de “legitimación del terrorismo de ETA” que a su juicio es “incompatible con la empatía que dicen tener los líderes de SORTU y de EH Bildu con las víctimas”.

Ordoñez también espetó que “la presencia de mensajes de apoyo a ETA y a los etarras en el espacio público no ha desaparecido, y resulta asfixiante” e insistió en que “las calles y los espacios públicos en Euskadi y Navarra siempre han sido un escaparate de las reivindicaciones de la izquierda abertzale, y todavía hoy lo son”.

Desde Covite también aseveraron que “la izquierda abertzale y su actitud de glorificación y justificación del terrorismo de ETA son el mayor obstáculo para la convivencia en el posterrorismo”.

Por último, el Colectivo remarcó la necesidad de que desde las instituciones públicas se impulsen políticas de desradicalización violenta y se haga pedagogía para deslegitimar el terrorismo etarra, y han criticado a las autoridades por falta de esfuerzos en la prevención de estos actos.

En lo que va de 2023 seis presos de ETA han salido de las cárceles mientras que 147 todavía están en prisiones del País Vasco, tras el fin de la política de dispersión y 1 se encuentra en la cárcel de Alcalá-Meco en Madrid.