Los agricultores galos esparcieron y quemaron las patatas en dos naves del mercado, rociándolas previamente con gasoil. El ataque ha sido reinvindicado por la Cordinadora Rual francesa, que justifició la acción por la caída de precios de la patata en el mercado galo, causado a su juicio por la importación de patata temprana española.

Sin embargo, se da la paradoja de que España importa más patata de Francia que la que exporta a ese país. En 1995, las exportaciones españolas se situaron en 51 millones de toneladas, mientras que las importaciones de Francia ascendieron a 129 millones de toneladas.

La ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, expresó su "indignación"por estos nuevos ataques a productos españoles y se puso en contacto con el embajador de Francia en España, al que exigió explicaciones, y con el embajador español en Francia.

De Palacio espera comprobar que la gendarmería ha calificado la quema de los productos españoles como de "sin incidentes" para cursar las protestas oportunas,

Por su parte, la COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos), que puso en marcha a finales de abril una campaña de boicot a los productos francees, dio hoy "libertad absoluta a sus bases para contestar la nueva agresión vandálica contra hortalizas españolas".

Esto puede suponer que los miembros de esta organización, con gran presencia en Cataluña (Unió de Pagesos), respondan en la frontera con ataques a la entrada de camiones franceses. Además, la COAG aseguró que endurecerá el boicot a los productos galos, máxime cuando la balanza comercial es favorable al país vecino en 250.000 millones de pesetas.