En una primera fase, los espectadores podrán comprar localidades de forma cruzada de un teatro para espectáculos de otro y visualizar, a través de un ordenador, la zona concreta elegida y la disonibilidad del aforo.

Este servicio entrará en funcionamiento el mes próximo en el Auditorio Nacional, el Teatro de la Zarzuela, el María Guerrero, el Teatro de la Comedia y la Sala Olimpia.

Asimismo, una red de cajeros automáticos permitirán adquirir entradas durante las 24 horas del día y, a partir de noviembre, una red de videotex permitirá a quien lo solicite información privada sobre la oferta cultural y escénica de los centros asociados.

En los "cajeros-autoservicio" el usuario podrá eegir en una pantalla la representación, día y ubicación deseadas y pagar después con una tarjeta de crédito; el espectador podrá optar también a la compra o la anulación telefónica automáticas.

REDUCCION DE COSTES

Santiago de Torres, subsecretario del Ministerio de Cultura, insistió en la reducción de costes del sistema informático del proyecto: un servicio "outsourcing", en régimen de alquiler sin necesidad de realizar la compra de los ordenadores.

El arrendamiento del sistema de equipos por l unidad central informática de El Corte Inglés costará al INAEM unos 113 millones en los primeros tres años de uso, según Francisco Marco, director general del instituto.

Según los técnicos informáticos del proyecto, en caso de caida del sistema informático, el servicio "outsourcing" permite un mayor repaldo técnico en caso de averías y la eliminación de la carga de mantenimiento.

Los aparatos de la red pasarán a ser propiedad del INAEM dentro de tres años, tras pagar 5.000 pesetas por equipo. Lo centros que se adhieran a la red deberán pagar entre 70.000 y 80.000 pesetas por costes de funcionamiento.

Los responsables del Ministerio de Cultura confían en que los teatros españoles se unan al sistema para facilitar la adquisición de las localidades desde cualquier ciudad española y de modo sencillo.

La incorporación de la red no provocará reducción de plantilla en el personal de las taquillas, según aseguró Santiago de Torres, ya que "la labor de estos trabajadores es independiente del equpo y la presencia humana en la entrada de los teatros seguirá siendo insustituible".