La nueva norma establece que la etiqueta ecológica podrá concederse a todo producto que contribuya de forma significativa a realizar mejoras en aspectos ecológicos clave y por primera vez también pueden optar a ella los servicios. Para éstos,se realizará un estudio de viabilidad y de mercado, además de analizar las condiciones sobre el ciclo de vida del producto y el potencial de mejora del medio ambiente.

La Comisión Europea elaborará un plan de trabajo que incluirá los objetivos de mejora medioambiental, una lista de categorías de productos prioritarios para la actuación comunitaria y planes de coordinación entre el sistema comunitario y otros sistemas de concesión de etiqueta ecológica de los Estados miembros. Asimismo, tanto el Ejecutvo europeo como los Estados miembros tendrán que realizar campañas de sensibilización para promocionar el uso de la etiqueta.

El reglamento establece que podrán presentar solicitudes para la concesión de etiqueta ecológica los fabricantes, importadores, prestadores de servicios, comerciantes y detallistas. El procedimiento será iniciado por la Comisión por iniciativa propia o a petición del futuro Comité de Etiqueta Ecológica de la UE. La utilización del distintivo supondrá el pago de un canon por pare del solicitante.