Según sus autores, el nuevo Reglamento otorgará una mayor flexibilidad al funcionamiento de la institución y facilitará la integración del CSIC, tanto en los programas científicos del Plan Nacional de Investigación + Desarrollo (I+D), como en el marco de las distintas políticas autonómicas de investigación y de la Comunidad Europea.

El nuevo texto otorga un mayor protagonismo al Consejo Rector del organismo, y en él estarán representados los ministerios que tienen competencias en investigación, los propios investigadores, las organizaciones empresariales y de los sindicatos.

Además, permite que la institución se consolide por áreas científico-técnicas, que quedarán encargadas de desarrollar la planificación, coordinación y supervisión de la actividad científica.

Finalmente, el Reglamento otorga a la Junta de Gobierno del CIC la facultad de asociar mediante convenio tanto unidades de I+D del CSIC a Universidades y otros organismos públicos de investigación (OPIs).