De esa inversión, 2 billones de pesetas se destinrán al sistema de distribución de electricidad, 950.000 millones a nuevo equipamiento de generación eléctrica, 500.000 millones al gas y 1 billón a la puesta en marcha de un plan de ahorro energético.

Estas cifras no incluyen la inversión que pueda generar el sector petrolífero, al ser la mayoría de sus empresas de carácter privado y estar menos sujetas a regulación administrativa, lo que hace menos predecible su actuación a lo largo de la década.

El PEN prevé que la demanda de energía crecerá enlos noventa por debajo del 2,6 por ciento anual de los ochenta, al situarse en un promedio del 2,4 por cien, que se elevará hasta el 3,5 en el caso del consumo de electricidad.

Por sectores, las estimaciones oficiales apuntan a que el consumo energético de la industria crecerá por debajo del 2,4 por cien, los transportes por encima de ese porcentaje, y el consumo doméstico y del sector terciario estarán en la media.

Estas previsiones de demanda se realizan a partir de una estimación optimista de a evolución en los precios de las fuentes energéticas, tanto en lo que se refiere al petróleo, como al gas y el carbón. En el caso del petróleo, el PEN estima que su precio oscilará en torno a los 23 dólares el barril.

AUMENTO DE LA POTENCIA ELECTRICA

Por otra parte, el capítulo del PEN dedicado al sector eléctrico prevé un aumento de la capacidad de generación desde 43.000 a 52.000 megawatios hora, que en su mayoría será cubierto con el parque existente, cuya vida piensa alargarse hasta el 2.000. La diferencia restante, de 9.000 megawatios, se cubrirá con 2.500 obtenidos por cogeneración, 1.000 importándolos de Francia, 2.100 con gas, 1.400 con carbón nacional, 500 con carbón de importación y 940 con potencia hidráulica.

El resultado final de las previsiones de oferta y demanda será una disminución en el grado de autoabastecimiento energético de España, que el ministro Aranzadi justificó asegurando que el mismo fenómeno se producirá en todos los países de la CE.

También cambiará la paricipación de las diferentes fuentes de energía en el consumo energético final. Ganarán cuota el gas y la energía hidráulica y perderán el carbón, el petróleo y, sobre todo, la energía nuclear.

Así, en el año 2.000, la participaciones respectivas en el mercado energético serán las siguientes: 50,73 por ciento el petróleo, 19,39 por ciento el carbón, 12,26 por cien el gas, 11,28 por cien la energía nuclear, 2,83 la energía hidráulica, 3,17 otras energías renovables, y un 0,44 por cien las importaciones. Aranzadi se mostró convencido de que el gas suministrado desde Argelia no producirá ningún quebradero de cabeza a España porque, sea cual sea el régimen político que gobierno aquel país, siempre estará interesado, por razones económicas, en mantener el abastecimiento.

Por otra parte, Aranzadi anunció que el Gobierno podría aumentar los impuestos que gravan el consumo energético, para impedir que la demanda crezca por encima de lo previsto y también para proteger el medio ambiente.

Las medida a tomar a este respecto serán estudiadas por un grupo de trabajo constituido con expertos los Ministerios de Hacienda, Industria, y Obras Públicas y Transportes.

Respecto a la moratoria nuclear, el ministro no aclaró cuál será el coste que deberán asumir los consumidores en la tarifa de la luz y señaló que los criterios para compensar a las compañías eléctricas afectadas por el mantenimiento del parón serán fijados próximamente.

Insistió asimismo en que el Ministerio de Industria exigirá la consitución de una sociedad de gestión nuclear que ejerza la gestión efectiva de todas las centrales y advirtió que no admitirá que intente colarle como tal "un servicio de estudios" de actividades puramente teóricas.

El ministro hizo también especial hincapié en el Plan de Ahorro incluido como un anexo en el PEN. Este plan prevé unas inversiones públicas de 200.000 millones de pesetas, que generarán un volumen inversor total de 1 billón de pesetas.

El plan potenciará el ahorro, la sustitución por enrgías más baratas, la cogeneración y las energías renovables. Su gestión correrá a cargo del Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

El PEN será debatido el próximo mes de setiembre en el Parlamento, una vez ultimados los "flecos" que todavían quedan pendientes para darlo por cerrado, según explicó Aranzadi.