Los empresarios consideran que Hacienda no ha ado tiempo al contribuyente para poder analizar los efectos de la nueva normativa y para que puedan renunciar, en su caso, a esta carga impositiva. A su juicio, esta limitación de tiempo es "una muestra de la actitud prepotente del Ministerio de Hacienda".

El plazo de renuncia de este nuevo impuesto finaliza el 31 de diciembre y los sectores que pueden acogerse a ella son los de panadería, pastelería, charcutería, hoteles y moteles -de hasta dos estrellas-, fondas y casas de huéspedes, talleres de repración de vehículos, peluquerías, transporte público, comercio textil, mercerías, zapaterías y comercios de artículos de piel.

Los empresarios que no renuncien al nuevo impuesto no deberán llevar contabilidad ni administración fiscal alguna, sino que por medio de unos módulos Hacienda calculará cuánto tendrán que declarar y pagar al Estado.

Para los empresarios almerienses, los módulos elegidos por Hacienda para realizar los cálculos son "abusivos e infundamentados, por suponer que los industrials afectados habrán de declarar beneficios muy superiores a los realmente obtenidos por sus actividades".

Los empresarios ponen el siguiente ejemplo: "Un matrimonio que tenga una panadería en un pueblo y una furgoneta para el reparto o para su servicio. Este matrimonio tendrá que declarar unos beneficios de 5 millones de pesetas, además de pagar una cuota abultada del IVA y otros tributos".