Las batidas consistían en colocar puntos en calles y centro públicos donde se solicitaba a los viandantes jóvenes su libreta militar y llevaba quien no tuviese su situación definida a prestar el servicio militar obligatorio. Esta práctica ha venido siendo criticada ampliamente por diversos sectores de la sociedad, y el nuevo Gobierno de Gustavo Petro ha decidido prohibirla.

A través de su cuenta en una red social, el ministro Velásquez manifestó que "el Ejército no puede retener y conducir a ningún ciudadano a cuarteles o distritos militares para incorporarlos al servicio. Es una práctica ilegal que debe ser suspendida de inmediato".

Además, el nuevo Gobierno ha expresado sus dudas respecto de la continuidad del servicio militar obligatorio, y considera por el contrario la necesidad de contar con unas Fuerzas Armadas conformadas exclusivamente por personal regular y profesional".