Tras el plácet concedido por el Consejo de Ministros el pasado 18 de marzo, se abre un periodo de varias semanas en las que Aguirre tendrá que pasar el tradicional "hearing" (audiencia previa) ante el Senado en Washington, donde explicará sus principales objetivos para los tres años de mandato.

Una vez que el Senado ratifique su nombramiento, junto con el de casi un tercio de los embajadores de EEUU por el mundo, nombrados también ahora con el cambio de legislatura, el diplomático de origen cubano podrá viajar ya a Madrid.

Entre su llegada a la legación y la entrega de cartas credenciales al rey don Juan Carlos pueden pasar varias semanas, como ocurrió en 2001 con su antecesor Georges L. Argyros. Este asumió formalmente el cargo el 21 de noviembre y no presentó sus cartas credenciales al Rey hasta el 13 de diciembre de aquel año.

Tras la tragedia del 11-S, Eduardo Aguirre, de 57 años edad, casado y con dos hijos, se convirtió en el año 2003 en el primer director de la BCIS. Esta es una de las tres entidades que sustituyeron al antiguo Servicio de Inmigración y Naturalización (INS). Ha sido, por tanto, un subsecretario del Departamento de Seguridad Nacional.

Tanto Aguirre como su esposa llegaron a EEUU a los quince años de edad, dentro de la operación de refugio "Peter Pan" que organizaciones religiosas pusieron en marcha para sacar 14.000 menores de Cuba.