Este análisis, expuesto con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se celebra el 25 de noviembre, señala que la mitad de las mujeres de esta franja de edad, el 52%, dijo haberse sentido “insegura o amenazada por ser mujer” en la calle, en “algunas ocasiones”, por la noche. Mientras tanto, un tercio (33%) declaró haber experimentado esta sensación “frecuentemente” y tan solo el 9% lo niega.

El estudio, que contó con una muestra de la población usuaria de Internet en España formada por 704 mujeres de entre 20 y 39 años, concluye que muchas jóvenes también se sintieron con poca seguridad en bares o discotecas. Una de cada dos entrevistadas declaró haberse encontrado en esa situación “algunas veces” y el 20%, “frecuentemente”.

Asimismo, los eventos públicos, como conciertos o citas deportivas, son espacios en los que las jóvenes se sienten “amenazadas”, tanto en “algunas ocasiones” (41%) como “habitualmente” (6%).

El trabajo de Funcas también apunta que las percepciones de intimidación en redes sociales y en espacios privados a las féminas son menos habituales, pero no inexistentes. En estos contextos, donde “la vulnerabilidad de las mujeres se intensifica”, un 23% confesó haber estado insegura “a veces” y un 4% asegura vivirlo “con frecuencia”.

Al mismo tiempo, siete de cada diez entrevistadas afirman conocer a una o varias mujeres cercanas que sufrieron violencia de género física o sexual. La entidad denunció que, a pesar de las campañas institucionales contra la violencia a las mujeres, las jóvenes españolas, en general, están preocupadas por un fenómeno que consideran “creciente”. El 68% perciben que la violencia de género aumentó en los últimos cinco años, y por cada una que piensa que ha disminuido, ocho opinan lo contrario.

Para luchar contra este tipo de violencia la mitad de las jóvenes confían más en la educación y la concienciación que en los cambios políticos y legislativos.

Por otra parte, dos de cada tres mujeres piensan que se ejerce violencia de género cuando la pareja “controla” a una mujer “los gastos o el acceso al dinero” o le coge “el móvil sin su permiso”.