Según informa hoy "Le Soir", la alerta de esta "mini-marea negra", la tercera que se produce en las costas de este país en lo que va e invierno, se dio ayer, después de que los bomberos constataran la existencia de miles de placas de hidrocarburo en una franja de siete kilómetros de largo entre las playas de las localidades de Westende y Middelkerke.

Por otra parte, un vuelo de control de las autoridades costeras belgas ha detectado una segunda capa de petróleo en la localidad de Raversijde, que habrá alcanzado ya hoy la playa de Ostende. El centro de ecología marina de esta ciudad teme que estos vertidos acaben con la vida de grannúmero de aves marinas.