En declaraciones a Servimedia, el dirigente renovador dijo que el retroceso en Andalucía es culpa de una estrategia errónea a nivel nacional de la que alguien tiene que rendir cuentas.

"En Andalucía se ha hecho una política errática, sin querer decidir desde el Gobierno y con una oposición destructiva, pero también se ha hecho lo mismo en el resto del país. Hay que abrir un debate y asumir responsabilidades a nivel nacional", afirmó López Garrido.

En su opinión, la dirección nacional de Izquierda Unida sigue instalada en la misma inercia de la legislatura anterior, y "se niega a reconocer los errores cometidos", como demuestran las iniciativas que se han presentado en el Congreso sobre el "caso Sarasola" y el "GAL".

"No se dan cuenta que el Gobierno es diferente ahora, y que no tiene sentido que fuerzas de la oposición se enfrenten entre si", agregó.