Esta situación, según fuentes de la patronal, justifica las malas expectativas que tenían las empresas automovilísticas y el análisis que ya han emprendido algunas para realizar regulaciones de empleo, a que las previsiones apuntan a un periodo de caída de ventas que puede durar varios meses.

El freno en las ventas que viene sufriendo el sector no ha dañado aún a los índices acumulados del año, que siguen estando por encima de los de 1991, aunque cada vez con diferencias menores.

Así, entre los meses de enero y noviembre, las ventas de coches fueron de 897.375 unidades, un 9,91 por cien más que el año pasado en el mismo período, de los que 480.582 fueron de fabricación nacional y 416.793 importdos.

De las principales marcas con impantación en España, sólo Seat y Fasa Renault lograron superar sus ventas de octubre, con unos incrementos del 9,14 y el 4,21 por cien, respectivamente, lo que supone la colocación en el mercado de 6.581 unidades en el primer caso y 13.033 en el segundo.

Por su parte, las caídas más significativas fueron las de Citroën (-26,87 por cien), Peugeot (-7,92 por cien), Ford (-5,96) y Opel (-7,23), sobre todo en los modelos de fabricación nacional, mientras que las mrcas extranjeras agrupadas a firmas españolas, como es el caso de Volkswagen y Audi crecen un 7,41 y un 16,53 por cien, respectivamente.