NUEROSOS PARTICULARES SE SUMAN A LA ESPECULACION CONTRA LA PESETA
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Muchos particulares están utilizando sus ahorros para sumarse a la especulación contra la peseta, cambiándolas por marcos por temor a una nueva devaluación de la moneda española, según informaron a Servimedia fuentes bancarias.
Estas fuentes señalaron que la libertad de que ahora gozan los particulares para adquirir divisas ha permitido que el fenómeno especulativo repercuta en el comportamiento de ahorrdores que hasta ahora eran indiferentes a las oscilaciones monetarias.
De hecho, datos del Banco de España a los que tuvo acceso Servimedia muestran que el fenómeno ya se produjo con bastante en fuerza en vísperas de la primera devaluación de la peseta, el 17 de setiembre del año pasado.
Ese mes, las cuentas en divisas de los residentes españoles en el conjunto del sistema crediticio aumentaron el equivalente a 132.400 millones de pesetas, cuando el mes anterior habían descendido en 18.600 millons.
El objeto de estas compras es evidente: retener las cuentas en divisas hasta que se produce la devalución de la peseta, momento en el que se cambian otra vez por pesetas los marcos (o la divisa que se haya adquirido), con una ganancia equivalente al porcentaje de la devaluación.
LOS GRANDES TAMBIEN
Por otra parte, las mismas fuentes del sector bancario privado consultadas por esta agencia señalaron que, al igual que ocurrió en la especulación de finales del 92 contra la divisa nacional, se etán produciendo numerosas órdenes de compra de pesetas desde el extranjero.
Las órdenes son cursadas a las entidades financieras por parte de operadores internacionales y fondos de inversión, principalmente, que explotan un mecanismo especulativo que ya les dio buenos resultados en la anterior tormenta monetaria.
El sistema consiste en cambiar divisas extranjeras por pesetas al tipo de cambio actual para, a continuación, comprar marcos. El depósito en marcos se mantiene hasta que se produce la dereciación o la devaluación por la que se apuesta con este tipo de operaciones.
La nueva ola especulativa, según las fuentes bancarias consultadas, es más peligrosa que la anterior al menos en un sentido: porque las reservas de divisas para frenarla son menos y han caído incluso por debajo del nivel de la deuda exterior.
El último dato oficial de la deuda exterior, correspondiente al mes de octubre del año pasado, la sitúa en 78.553 millones de dólares, después de crecer un 35,4 por ciento en los iez primeros meses del año.
Por contra, las reservas centrales de divisas cayeron en ese mismo periodo de 66.283 a 56.935 millones de pesetas. En consecuencia, el "ratio" de cobertura, que a principios de año era del 114 por ciento, pasó al 72,4 por cien.
(SERVIMEDIA)
24 Feb 1993
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