El responsable de Energía Nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, señaló a Servimedia que una instalación de alto riesgo como ésta no puede estar funcionando en condiciones tan peligosas con enormes fallos de seguridad nuclear, que además está fuera de normativa pues no está a la altura de los estándares internacionales.

Bravo dijo que lo que es inaceptable e que se esté manteniendo un fósil viviente sólo porque hay una subordinación del CSN y del Ministerio de Economía a los intereses del sector nuclear. Después de esta acción "lo que se debe debatir es quién manda en este país, si Unión Fenosa o el Consejo", señaló.

Por su parte, el portavoz de Ecologistas en Acción, Paco Castro, señaló que el fallo de la seguridad "ha sido muy positivo para lograr nuestros intereses, pues la organización realizó una acción semejante hace ocho años, no sólo para poner e evidencia la seguridad exterior sino también para demostrar la situación degradada que es un verdadero peligro para los habitantes de la zona".

Sobre la sanción que impondrá el CSN a la central nuclear, los ecologistas añadieron a esta agencia que es una reacción lógica, tardía y obligada después de mucho tiempo de tolerancia y permisividad de este consejo. Esta sanción es "un gesto de cara a la galería para demostrar la dureza que en realidad no ha demostrado antes", dijo.