La pintoresca evasión, a través de los andamios colocados por unos obreros para elevar el muro del recinto penitenciario, provocó la destitución del director del centro,Diego Fernández, y el nombramiento de Andrés Puga Martínez para sustituirlo.

Además, los ministerios de Justicia y de Interior realizaron un informe sobre la situación del penal, en el que se reconocía graves deficiencias en los sistemas de seguridad, hacinamiento e importantes carencias materiales.

La saturación del centro, pensado en un principio para albergar a 150 reclusos y que cuenta actualmente con unos 450, dificulta el trabajo de los funcionarios y representa un permanente peligro, por ls altercados que se registran entre los reclusos, según fuentes penitenciarias.

Las autoridades locales han solicitado la construcción de un segundo centro penitenciario en la capital o, al menos, el traslado del existente a otro lugar situado en las afueras de la ciudad.

Ricardo Román, natural de Toledo y que cumplía condena desde 1989 por un robo con intimidación cometido en un banco de Granada, suele utilizar el nombre falso de Eugenio Rubio Fernández y se fugó pocos días antes de que fuese trslado a la Prisión Provincial de Huelva.