Consecuencias de esto, según Alvarez Cascos, son "corrupción por doqier, pérdida de toda referencia de competitividad en las empresas, descontrol absoluto de los costos de ejecución de las obras, desmotivación profesional de los técnicos y perjuicios diversos para el desarrollo tecnológico del sector".

El dirigente conservador dijo que hay que volver "al trabajo bien hecho", a la licitación con financiación comprometida, adjudicación por subasta entre ofertas solventes y "al control de los interventores y de los directores de obra a pie de obra".

Según Alvarez Cacos, mientras en Europa cada kilómetro de autovía se suma al de carretera existente, en España cada kilómetro de autovía destruye uno de carretera, porque se aprovecha el mismo trazado.

"Sumado este atentado contra el sentido común a los costes y molestias que generan las obras por los desdoblamientos, se puede concluir que el programa de autovías del PSOE es el más caro de todos los posibles", afirmó.