Un equipo médico de la Universidad de Buffalo (EE.UU.) ha relacionado la prematuridad con posteriores problemas de comportamiento entre escolares. A su juicio, los menores extremadamente prematuros requieren programas especiales para sacar todo el partido posible a su potencial académico, anulado a veces por su conducta en clase.

Aunque cada vez hay más niños seismesinos que salvan su vida, no está del todo claro si van a tener un desarrollo mental normal. "Estospequeños necesitan un seguimiento regular y un apoyo especial de tipo congnitivo, perceptivo y visual para evitar que su prematuridad influya en su aprendizaje. Creemos que la falta de madurez de estos niños tiene un impacto académico después", afirma en el estudio la experta Germaine M. Buck.