El estudio pone de manifiesto que el juguete es el bien más preciado para los niños, que reconocen recibir más de lo que piden en un 49,8 por ciento de los casos y todo lo que piden en un 27,7 por ciento. Según la doctora Petra María Pérez, "este continuo ceder de los padres -da igual su poder adquisitivo- obedece a diferentes motivos: el juguete es la 'compensación' por el escaso tiempo que dedican o pueden dedicar a sus hijos; la aplicación del concepto 'mis hijos tendrán lo que yo no pude tener cuando era niño', e incluso el importante papel del juguete o del regalo en el caso de matrimonios o parejas separadas".

Otra de las conclusiones de este estudio es la soledad de los menores. El niño espñol siente una urgente necesidad de poder jugar con otros niños o, en su defecto, con sus padres. Así, el 48,3 por ciento señala que el juguete "sirve para jugar con otros niños".

Respecto a la influencia que la televisión puede tener en los niños a la hora de decidirse por uno u otro juguete, el estudio indica que el 32,4 por ciento ha visto el juguete en televisión, mientras que el 16,5 por ciento lo ha visto en la tienda.

El estudio "Niños y publicidad" aporta otros muchos datos de interés, coo que los menores muestran preferencia por los vídeojuegos, los juegos de construcciones y montajes, juegos de soldados y muñecos, juegos científicos y de experimentos o juguetes deportivos.

Por su parte, las niñas se decantan más por los juegos de profesiones, de imitación de hogar, muñecas y accesorios o juegos de disfraces y fiestas.