Con motivo de esta celebración, la Comisión Nacional del Día del Niño, integrada por miembros de Unicef, Filium, Aldeas Infantiles SOS y Nuevo Futuro, ha elaborado un informe denominado "Niño, televisión y videojuegos: ¿Qué clase de adltos estamos creando?", en el que se ponen de manifiesto los problemas de incomunicación social, soledad y aprendizaje generados por la cultura audiovisual moderna.

El informe, coordinado por María del Carmen González, doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad de Navarra, advierte que una excesiva dedicación por parte de los pequeños a la televisión es perjudicial para su aprendizaje y futuro comportamiento.

El estudio, que cita datos de la Comisión del Senado sobre Contenidos Televiivos, subraya que los menores españoles pasan más de 20 horas semanales frente al televisor, lo que supone una media de entre 1.000 y 1.500 horas anuales, frente a las 800 ó 900 horas de tiempo escolar.

"Lo curioso de esta situación", explica en el informe, "es que todas las partes implicadas (padres, educadores, psicólogos, Administración, juristas y directivos de televisión) estamos de acuerdo en que el problema es real y en que existe una cierta unanimidad de criterios. Sin embargo, no acabamos de plicar soluciones que, sin menoscabar la libertad de las televisiones, sean realmente eficaces para salvaguardar el derecho de los niños a una programación en la que no prime la violencia, la competitividad y el mal gusto".

EL JUEGO INFANTIL

El estudio destaca que el juego es una de las actividades fundamentales en la educación del niño. Sin embargo, según los datos de una encuesta de la Comisión Nacional del Día del Niño, un 60 por ciento de los menores no juega habitualmente con sus padres.

Pr ello, una de las conclusiones del estudio es que los padres deben dedicar mayor tiempo a la educación de sus hijos y evitar que éstos hagan un uso excesivo de la televisión.

En este sentido, se advierte que los videojuegos se han convertido en la actividad lúdica preferida de los niños españoles, circunstancia que, según los expertos, repercute de forma negativa en la educación infantil.