Los padres se han entrevistado, sin éxito, con representantes de todas las instituciones vascas para solicitarles un pio nuevo, ya que los médicos que le tratan consideran un riesgo para la salud de Luis Fernando seguir viviendo en el piso que actualmente ocupan sus padres.

El domicilio familiar no tiene más de 50 metros cuadrados, está ocupado por cinco personas y se encuentra en un quinto piso sin ascensor.

Cuando Luis Fernando tenía ocho años, los médicos le detectaron una hepatitis fulminante. El niño necesitaba urgentemente un hígado para vivir.

"Recuerdo que le llevamos clínicamente muerto al Hospital oce de Octubre, donde se le hizo el trasplante", relató Felisa, su madre, a Servimedia. "Pero por desgracia no acabó todo con esa intervención; tuvo un problema inmunológico y rechazó el hígado".

Lo mismo ocurrió en el segundo trasplante. El doctor Mariano González, que ha tratado al niño en el Doce de Octubre, dijo a la familia que era normal ese rechazo por las condiciones de la vivienda, "que no son las más aconsejables para su estado de salud".

MASCARILLA Y DORMIR SOLO

Luis Fernando necesit tener permanentemente una mascarilla y dormir solo. Nada más volver a casa, después de la primera operación, su hermana enfermó de varicela y Luis Fernando tuvo que volver de nuevo a Madrid porque en casa no se le puede aislar.

"No nos podemos arriesgar a tenerle en casa cuando hay peligro de infección", dice su madre.

Felisa se queja de que con el sueldo de pensionista de su marido no se puede pagar un piso nuevo, "por eso se lo hemos pedido al Gobierno vasco, al Ayuntamiento de Arrigorriaga; icluso, hemos ido al `ararteko' (defensor del pueblo en el País Vasco), pero todos se lavan las manos. Nos dicen que no es competencia suya".

Ahora, el niño se pasa largas temporadas en el Hospital Doce de Octubre porque no puede regresar. "Es un niño y necesita salir, como todos los demás", añadió su madre.